La actual crisis estructural, moral y académica de la educación superior en Bolivia debe ponerse tareas especificas para impulsar el desarrollo del país.
Si bien la educación superior se consolido, generó un modelo académico independiente y logró la autonomía universitaria, esto no fue suficiente para satisfacer las necesidades de formación y profesionalización de nuestra sociedad, es así que desde la implementación de la Nueva Política de Ajuste Estructural promulgada por el decreto 21060 la educación superior privada toma un rol creciente tras la apertura de centros de educativos en todo el país.
Esta educación superior privada tuvo una fuerte visión tecnocrática y se alejo del modelo de formación estatal, además implementaron sus propios criterios y modelos académicos; que si bien muchos de ellos son acertados, innovadores y vanguardistas, no necesariamente apuntaron a leer y/o resolver nuestra realidad local y nacional además en muchos casos fue muy teórica abstracta.
En este contexto debemos también acotar que la educación escolar tiene muchas falencias académicas de contenidos mínimos y desarrollo científico critico y aplicación del conocimiento, a esto se suma la falta de conciencia educativa, ausencia casi total de investigación para el desarrollo y de autoformación, sumados a una ética y moral relajada, cortoplacista y sin esfuerzo por alcanzar logros, además de la infravaloración hasta el desprecio de los valores y el trabajo a partir del esfuerzo, perseverancia, dedicación, honestidad y sacrificio.
Es en este escenario que la educación superior trabaja con docentes mal pagados, poco motivados presionados por alumnos que pronto deben titularse y solo buscan la nota mínima de aprobación y dan el menor esfuerzo en cada actividad, aunados al contexto político actual que genera un ambiente en que la educación no es la mejor manera para lograr metas y objetivos de autorealización, la educación se nos viene de mas a menos en todos los ámbitos.
La realidad es que la baja productividad de las universidades y los institutos superiores es alarmante. El financiamiento de la educación superior está en crisis, no únicamente por la falta de recursos, sino por la controversia en torno a la calidad de la enseñanza universitaria.
La realidad también debe ser analizada hacia el final del proceso y dirigirse hacia aquellos alumnos que se graduaron, titularon y podrían comentar y aportar al proceso de retroalimentación para mejorar, reencaminar y producir profesionales idóneos, capaces, con habilidades especificas y técnicas pero también con practica sobre nuestra realidad no solo solicitar procesos de titulación alternativos que aceleren la culminación de su estudios.
Las universidades estatales sobrepobladas de alumnos con un promedio de 51 estudiantes por docente y sin la incorporación de profesionales con experiencia en docencia reciben postulaciones de ciudades, pueblos y comunidades con distintos niveles de aprovechamiento, variadas técnicas de estudios y programas disparejos que generan un aula con tendencia a la mediocridad y a la premura de aprobar por aprobar.
Por su lado la universidades privadas solo priorizan y atienden la parte económica dejando de lado la formación, la capacitación de apoyo a sus carreras y descuidan enseñanza practica y critica del conocimiento. Se torno mas bien una relación mercantilista donde el cliente (alumno) cumple su pago mensual y el docente ( empleado) es el que debe satisfacer las necesidades de aprobación inmediata. Además si el docente no es exigente académicamente facilita la continuidad del alumno y baja la tasa de deserción.
Nuestra educación no solo debe resolver estas falencias sino además tratar de independizarse de intereses corporativos y hacerse integral, la actual educación no es un proceso de formación para la emancipación. La educación boliviana es alienación: nos despoja de nosotros mismos (de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestro conocimiento) y nos niega las herramientas básicas para comprendernos y comprender al mundo (la inteligencia verbal, la lógica, la creativa, la capacidad de resolver problemas).
Posibles soluciones deben empezar en la escuela y hacer que estos alumnos se conozcan, conozcan el mundo y adopten herramientas que les permita salir de tan profunda ignorancia, de ahí pasar al pregrado y superar los niveles de mediocridad y producir conocimiento nuevo.
En el ámbito estatal salir del sostenido el monopolio sindical y, por consiguiente, del corporativismo de laeducación pública, asignar recursos pero con control del mismo vía resultados. Por último llegar al siguiente nivel, las empresas deberían tener un porcentaje de inclusión laboral basado en excelencia académica fomentando y premiando la investigación y la innovación educativa.
Bibliografia
http://www.educacionbolivia.yaia.com/educacionsuperioruniversitaria.html
http://www.lapatriaenlinea.com/?nota=202775
https://consultorlegalempresarial.wordpress.com/2012/01/28/la-repitencia-y-desercion-en-la-educacion-superior-en-bolivia/
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